«Hemos de beber con alegría de las vertientes de la salvación.» (Isaías 8, 12). «El que tenga sed que venga a mí. Pues el que cree en mí tendrá de beber. Lo dice la Escritura: «De su seno brotarán ríos de agua viva.» (Juan 7, 37-38).
«Hemos de beber con alegría de las vertientes de la salvación.» (Isaías 8, 12). «El que tenga sed que venga a mí. Pues el que cree en mí tendrá de beber. Lo dice la Escritura: «De su seno brotarán ríos de agua viva.» (Juan 7, 37-38).