Marzo: HONRA A SAN JOSÉ.

HORA SANTA MENSUAL EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.

✝️ HONRA A SAN JOSÉ. Primer Custodio del Santísimo y de la Palabra De Dios. “Patrono de la Iglesia Universal.”

Del Libro Compendio de Horas Santas en honor al Sagrado Corazón de Jesús. Tomo 1. (Enero – Junio). Meditaciones. Reflexiones Bíblicas. Adoración y Silencio Sagrado. Contemplación ante el Santísimo Sacramento del Altar. Método Teológico. Método Lectio Divina. Imprimátur Prot. A4192/2021. Arquidiócesis de Guadalajara.

Por: Paola del Carmen Saldaña Benard. Fundadora. Autora Escritora. Coordinadora General. Pbro. Jesus García Zamora. Vicario General. Fundador. Director y Asesor Internacional del Movimiento Misioneros Eucaristicos. Adoradores en Espíritu y en Verdad.

A LA LUZ DE LA PALABRA.

SINOPSIS: Etapas sucesivas de la Revelación de Dios. Dios escogió a Abraham llamándolo a abandonar su tierra para hacer de él “El padre de una multitud de naciones” (Génesis 17, 5), y prometiéndole bendecir en él a “todas las naciones de la tierra.” (Génesis 12, 3). Los descendientes de Abraham serán los depositarios de las promesas divinas hechas a los patriarcas. Dios forma a Israel como su pueblo elegido, salvándolo de la esclavitud de Egipto, establece con él la Alianza del Sinaí, y le da su Ley por medio de Moisés. Los Profetas anuncian una radical redención del pueblo y una salvación que abrazará a todas las naciones en una Alianza nueva y eterna. Del pueblo de Israel, de la estirpe del rey David nacería el Mesías: Jesús. Compendio Catecismo de la Iglesia Católica 59-64; 72. (San José, descendiente de David).

95. La analogía que meditaremos será en dos vertientes: Primera vertiente: El Pueblo judío es salvado por José, hijo preferido de Israel que es Jacob, nieto de Abraham, por sus sueños proféticos y por descifrar los sueños a Faraón de Egipto. El príncipe de la paz. “Una rama saldrá del tronco de Jesé, un brote surgirá de sus raíces. Sobre él reposará el Espíritu de Yahveh, espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de prudencia y valentía, espíritu para conocer a Yahveh y para temerlo, y para gobernar según sus preceptos”. (Isaías 11, 1-2).

En la nueva y definitiva alianza la misión de San José que le reveló directamente el Ángel del Señor por medio de sueños: San José primer Custodio del Santísimo, de la Palabra de Dios, “Adorador en Espíritu y en Verdad.” Por la gran misión que Dios le confió, su obediencia y humildad para llevarla a cabo es “Patrono de la Iglesia Universal”. En San José se cumple la profecía del entronque del Pacto Davídico, y de la genealogía de Judá, siendo portador de la promesa mesiánica del Rey David hijo de Jesé descendientes de la Tribu de Judá, hasta culminar en San José esposo de María, de la que nació Cristo. (Mateo 1, 16) “Rey de reyes y Señor de señores”, siendo San José de la Tribu de Judá, Hijo de David, Hijo de Abraham quien le otorga a Jesús la legitimidad jurídica de la familia de Reyes. Por los sueños proféticos de San José el Ángel del Señor lo dirige cuál sería su misión como Custodio y Padre del Santísimo y de la Madre de Dios. siendo San José depositario de las promesas mesiánicas a los patriarcas como figura eterna del Padre. San Mateo nos enmarca a Cristo Hijo de Abraham, Hijo de David. La Escritura nos enseña que el Mesías seria descendiente de la Tribu de Judá. San José otorgó a Jesús la legitimidad Jurídica de la Tribu de Judá “Familia de Reyes”, siendo Cristo el Hijo de Dios encarnado, cumpliéndose la Escritura, que por medio de San José Cristo recibiría el trono de David para gobernar eternamente a las naciones.

Segunda vertiente: La visión profética del “Campo de Dios”, “La Iglesia”; un campo de huesos secos que el Espíritu de Yahveh restituye y les da vida, infundiendo carne y nervios.

¡HUESOS SECOS, ESCUCHEN LA PALABRA DE YAHVEH! Esto dice Yahveh a estos huesos: Haré que entre en ustedes un espíritu y vivirán. Pondré en ustedes nervios, haré que brote en ustedes la carne, extenderé en ustedes la piel, colocaré en ustedes un espíritu y vivirán: y sabrán que Yo soy Yahveh. (Ezequiel 37, 4-6). En la Nueva y Definitiva Alianza Cristo es el Sacramento vivo, y el que otorga los siete dones del Espíritu Santo. En Cristo reposa el Espíritu de Yahveh. «Estas siete lámparas son los ojos de Yahveh que miran por toda la tierra.» (Zacarías 4, 6). Él me explicó: “Son los dos Ungidos con aceite fresco que están ante el Señor del mundo entero.” (Zacarías 4, 14). Los siete sacramentos, vida y vigor de la Iglesia por los méritos de la Muerte y Resurrección de Jesucristo. Las profecías en el Antiguo Testamento, se refieren a Cristo como Portador del Espíritu de Yahveh que restituiría los huesos secos. Al ser infundido el Espíritu Santo, los cuerpos del género humano se llenarían de vida. Cristo en obediencia llevó a cabo la obra de Redención y nos hizo merecedores del Espíritu Santo y nos otorga la vida en plenitud. Las profecías de los siete Espíritu de Yahveh y de las siete lámparas del Antiguo Testamento son figura y presencia de los siete Sacramentos; por el Bautismo iniciamos a la vida Divina por los méritos de Cristo, y recibimos los siete dones del Espíritu Santo.

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